Te quiero preguntar algo y quiero que seas sincero contigo mismo: Sabes ¿Quién dirige tu vida? ¿Quién es el protagonista? ¿Sabes cuál es el camino correcto? ¿nunca te has equivocado?  ¿Quién o qué marca tu camino?

Es esencial que tengas muy claro esta pregunta, porque si tú eres el personaje principal que guía tú vida, el que decide dónde ir, el conductor de tú vida…entonces, déjame decirte que puedes que estés cometiendo un error.

Como seres humanos, es de humanos equivocarnos. Cometer errores viene de nacimientos, y con eso, no quiero decir que debemos ser juzgado por equivocarnos, al contrario, es bueno equivocarnos, pero es esencial reconocer nuestro error, y que no somos perfectos.

Muchas veces tenemos el concepto erróneo de que nosotros tenemos el control de nuestra vida espiritual. Sin embargo, la palabra dice en Romano 8,14: “Todos los que son guiados por el Espíritu del Señor son hijos de nuestro Padre Celestial…”. Esto quiere decir que, si quiere vivir bajo el amparo del Señor, entonces debes permitirle que sea el Espíritu Santo que conduzca tu vida.

Cuando dejas que el Señor conduzca tu vida, el te ayuda a ver cuál es el camino correcto. Te aseguro que mientras el chófer de tu vida sea el Señor de Señores, cada parada será un éxito.

Permitirle el protagonismo al Espíritu Santo como conductor de tu vida, es dejarte llevar, guiar, por senda segura y de éxito. Si en verdad quiere vivir tu vida en paz con el Señor, no debes estorbar la obra del Señor.

Nuestro Padre no se equivoca, él quita todo obstáculo de pecado, todo mal que nos impide alcanzar la felicidad que tanto hemos anhelado. Deja que el tome el papel principal de tu vida, pues no existe nadie más que Él para guiar nuestra vida por el camino correcto