Hoy en día, las personas se divorcian por casi cualquier razón. Es por ello que en la actualidad no es raro encontrarnos con familias monoparentales. En el mejor de los casos, los padres se vuelven a casar y forman una familia ensamblada.
Sabemos que esto no siempre resulta del todo fácil, especialmente para los niños. La historia que te contaremos a continuación envuelve dicha situación, donde el padrastro recibe con los brazos abiertos a su hijastra. Sin embargo, las cosas no salen muy bien.
La boda de mi hijastra
Mi hijastra se casará dentro de poco. Tanto ella como su madre han invertido muchas horas estos últimos 6 meses planeando la boda. Mi hijastra es licenciada y se graduó de la universidad en diciembre. Aunque era un centro público, me costó mucho dinero pagarles todos sus estudios. Después de graduarse, continuó viviendo con nosotros, pues no tenía trabajo. Incluso le compré un automóvil para que pudiera desplazarse a realizar sus compromisos de la universidad.
De pronto, su padre biológico, que nunca había estado en su vida, reapareció de la nada. Ambos comenzaron a pasar tiempo juntos regularmente y ella intentaba agradarle. Él no se había preocupado por ella de pequeña ni había pagado un centavo por su educación. Además, a mi esposa le corresponden todos los gastos, pues no llegó a un buen acuerdo en el divorcio. No obstante, él siempre se las arregla para romperle el corazón y hacerle promesas vanas.
El lugar donde se celebraría la boda, tenía espacio para 250 personas. Yo había hecho una lista de 20 personas que quería invitar. De todas formas, sería yo quien le pagaría la boda a mi hijastra. Tanto ella como su madre dijeron que no habría problemas, que ellas lo solucionarían.
Poco después quedé con mis amigos para jugar al golf un rato. Entonces le pregunté a uno de ellos si irían a la boda. Sin embargo, este respondió que no le había llegado la invitación. Dijo que había leído en los periódicos de aquella boda, pero ni él ni mis otros amigos habían sido invitados. Al escucharlo, busqué en el periódico y vi que allí estaba el artículo que hablaba sobre la boda. Pero lo más sorprendente es que aparecía el nombre de mi esposa y el de su ex marido, mas no el mío.
Mi hijastra y esposa me sustituyeron
Leer esto me causó una gran desilusión de mi pareja. Llevamos 10 años viviendo juntos, aunque no estamos casados. Le dije que mis amigos no habían sido invitados a la boda. ¿Cuál fue la razón? Pensaron que no eran tan importante como para incluirlos en la lista de 250 personas. Eso me molestó muchísimo, aunque ya no quedaba nada por hacer.
Mi pareja dijo que podría invitar a mis amigos, si alguno de los invitados no pudiese ir a la boda. Pero esto me molestó mucho más, los estaba tratando como la segunda opción. Pero decidimos no seguir dándole vueltas al asunto.
Ayer estuvimos en una cena de domingo con mi hijastra, mi pareja, su prometido y sus padres. Pero queríamos darle una sorpresa más a mi hijastra, también incluimos a su padre biológico. Entonces, ella comentó lo contenta que se sentía de que su padre estuviera allí y la llevará hasta el altar. Y todos los comensales dijeron: “Que bien, Fantástico”.
Jamás en mi vida me había sentido tan enfadado y despreciado a la misma vez. Entonces, me tomé unos segundos para calmarme, pues no sabía si llorar o gritar de rabia. Cuando pude poner mis pensamientos en orden, me levanté y dije que comenzáramos con el brindis. Aunque no recuerdo exactamente lo que dije, expresé algo como lo siguiente:
Discurso del brindis
“Quisiera hacer un brindis. Para mí ha sido un honor ser parte de esta familia los últimos 10 años. En este momento quiero agradecer a los novios por hacerme abrir los ojos ante algo importante. Me han hecho ver que mi papel en esta familia no es el que yo pensaba.
Yo pensaba que era un hombre respetado, un padrastro querido que siempre estaba para la familia. Sin embargo, ahora veo que mi papel ha sido el del cajero de banco, perfecto para sacarle dinero y nada más. Como he sido sustituido en el envió de las invitaciones y también en la iglesia, cedo mi papel como pagador a mi sustituto, el padre biológico de la joven”.
¿Piensan que es egoísta de mi parte? Se espera que pague por una boda a la que ni siquiera puedo invitar a alguien. En esta boda me han excluido por completo. Esto es demasiado, un gran abuso por parte de mi hijastra y mi pareja. En esa misma tarde cancelé la cuenta conjunta que teníamos y pasé todos los fondos a mi cuenta privada. Ha era suficiente para mí.
¿Qué piensas de la reacción de este padrastro ante aquella situación?, ¿Debió pagar la boda de su hijastra o no, después de haber sucedido todo aquello?, ¿Has estado en una situación parecida o conoces a alguien que lo haya estado? Déjanos saber por medio de tus comentarios. Recuerda compartir esta historia en tus redes sociales.
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