Que te vaya bien mi querido Hijo

Reflexiones 3657 Visitas

Querido hijo aunque no te abrace todos los días, estas en mis oraciones y en mi corazón.

Hijo mío sé que no siempre estaré a tu lado y que no podre aconsejarte y cuidarte siempre como desearía, pero siempre te tengo presente y sé que mi Señor siempre te cuidara y protegerá en cada lugar que estés.

Para ti mi hijo, te deseo lo mejor y quiero que cada sueño o metas que tengas la cumplas. Siempre seré tu apoyo, te abrazare cuando me lo pidas, te hare destruir todos esos miedos que te acorralan.

Que todo lo bueno te siga

Solo pido que todo lo bueno te siga, te encuentre, te abrace y se quede contigo. Que lo demás pase de largo. Que cada lección que te de la vida la hagas tuya, moldea cada piedra en tu camino. Sé que tropezaras y te levantaras. Sé que en los tiempos malos sabrás sobrellevar la situación. Sé que crecerás y vivirás. Porque así te enseñe.

Hijo mío se consciente de lo bueno y lo malo. Aprende de todo aquello que has experimentado, que para obtener cosas buenas la vida te dará pelea.

Hijo mío no importa si estás triste, a veces la tristeza también es buena, nos ayuda a entender y a apreciar lo que tanto queremos o deseamos, nos permite expresar nuestros sentimientos y nos ayuda ver quiénes somos. Así que hijo mío, si estas enfadado, hazlo ver de tu lado.

No dejes que nadie te lastime, que nadie lastime tu sensibilidad y ten muy presente que llorar no es sinónimo de debilidad, que decir te quiero no es de cobarde.

Muchas veces atacamos nuestros sentimientos en vez de revelarlos y es un error que podemos pagar caro, por eso hijo mío expresa todo lo que sientas.

Vivir “desde el corazón” es lo que nos hace especiales y auténticos.

Hijo mío rechaza y evita todas las palabras que comienzan con nunca lo harás o no puedes, nunca podrás. La vida es un arcoíris así que no te limites a ver la vida en blanco y negro cuando hay muchos colores.

Olvídate de aquellos que quieren alejarse de ti, de aquellos que quieren destruir tus deseos y ambiciones. No pierdas de vista todo aquello que pasa por tus ojos porque la vida pasa y que es más importante que vivirla.

Ama con fuerza. No ames a medias ni bien. Hazlo fuerte. A los demás, a la vida, a los seres vivos y a ti mismo. Dale forma y sentido a tu vida.

Hijo mío solo te pido que vueles más alto de lo que lo estás haciendo.

Compartir

Comentarios